Quizás alguien pueda criticarme porque entienda que con este comentario pretendo decir que no hay que gastar en solidaridad con otros pueblos. Nada mas lejos de mi intención, pero como por suerte o por desgracia me he movido también en estos ámbitos de la ayuda internacional, se de que hablo.
En primer lugar, una parte importante de estas ayudas, en especial las que se dan a los gobiernos (lo he vivido en carne propia en Perú) acaban en los bolsillos de funcionarios y políticos. De otra parte, las facturas de justificación o nunca llegan o se falsean. No hablo sólo de mi experiencia, políticos de envergadura en España, incluso me han aconsejado que es mejor trabajar las ayudas por uno mismo que a través de las diferentes administraciones públicas de estos países.
Cuando el dinero sobra, sin que ello sea justificable, se puede pensar que de lo que sobra no se hace mucho control, pero en las circunstancias en que estamos, cuando las administraciones tienen dificultades para pagar sus propias nóminas, cuando muchas pequeñas empresas se han hundido porque nunca les pagaron ayuntamientos, autonomías, etc., hasta el ultimo euro debe ser colocado donde lo necesita el país. Hacer caridad en la casa agena mientras pasan hambre los de casa, es una barbaridad; claro está que a veces es que más fácil "distraer" unos pocos de cientos de miles de euros en algo que se hace al otro lado del mundo, que en lo que se hace aquí.
Este vídeo les dará una idea de como se van sumando miles y miles de euros que habría que saber bien donde se han gastado de verdad.
Les contaré una anécdota, por llamarla de alguna manera. Intente poner en marcha un proyecto de ayuda en Lima y viaje allí después de cientos de contactos vía email y a través de colaboradores allí.
La municipalidad concreta de Lima, me la voy callar, imagino que daría igual. El resultado es que los responsables de esta administración después de meses de contacto y estando informados de todo el proyecto, hacían como que no sabía bien de que iba aquello. Desesperado me dirigí a la oficina de la A.C.I. española en Lima y al explicarle a uno de los responsables lo que estaba ocurriendo, me dijo, ¿no les ha dicho a los responsables políticos que parte les queda para ellos?, le respondí, el dinero que vamos a invertir es exclusivamente para el proyecto, a los políticos de aquí no les hemos pedido ayuda, solo que nos apoyen; la respuesta fue, pues ellos no le harán caso hasta que no vean claro que beneficio personal les piensa dar. El proyecto quedo en suspenso porque la entidad española que lo proponía, no estaba dispuesta a pagar comisiones a nadie, por supuesto, yo como responsable del mismo, compartía absolutamente esta posición.
Pues si en un país con nombre y apellidos se dan estas circunstancias, imagínense cuando el proyecto es aun país "sin determinar".
Que políticos y amigotes se han beneficiado de estas ayudas y a los que iban dirigida no ha llegado nada o casi nada, no es que lo diga yo, ejemplos sobran y si no, como muestra un botón, "la cooperación internacional de la C. Valenciana".
Y punto
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