sábado, 12 de abril de 2014

¿Derecho a decidir?



El camino para una nueva era. Ciudadan@s haciendo política.

Aunque no se lo crean, esta entrada en mi blog no es sobre Cataluña . Lo que pretendo es hacer una reflexión sobre el deterioro de un modelo que aparentemente es la base de la democracia.
Elegir a nuestros representantes y por ende a nuestros gobernantes, es la base misma de la participación ciudadana en la política. Pero curiosamente, este sano procedimiento se ha manipulado de tal forma que produce una paradoja como sería la de que:  “repartiendo pan, provocamos el hambre.
Los partidos políticos que inundan las democracias occidentales se han adueñado del sentido del “derecho a decidir” de los ciudadanos. Lo han hecho de tal forma, que han conseguido convertir una acción decisiva en democracia, en un mal que la pudre en lo más intrínseco de su concepto.
Vayamos al ejemplo que nos plantea la política española de los tres últimos años, por poner un ejemplo.
Una tarde de verano, a escondidas y sin más explicaciones, aquellos que elegimos para representarnos, se alían y nos cambian la Constitución. Esta sola acción, en una Democracia real, habría sido más que suficiente para poner de patitas en la calle a todo los miembros del poder ejecutivo y legislativo, llevarlos ante el poder judicial y desterrarlos de por vida de acción política. ¿Exagerado?, no. Si tuviéramos realmente una democracia participativa, el cambio de la ley de leyes, debió someterse a referéndum. Si, hay una posibilidad legal de hacerlo tal como se hizo, no es mas que otra de las muchas artimañas de los políticos para descafeinar la democracia.
Pero en fin, un mal gobierno, en democracia, se resuelve con unas elecciones. Así fue y muchos confiaron en la entonces oposición para cambiar el rumbo del País. Lo cambiaron, sin ninguna duda, pero utilizando más artimañas democráticas, lo hicieron utilizando el “derecho de pernada” que con otro nombre han incluido también en la manipulada democracia. Hicieron todo lo contrario de lo que prometieron hacer y por lo que muchos les votaron.
Entonces ¿qué habíamos decidido?. ¿Asentar el derecho de pernada a otros para que pudieran hacer y deshacer a su antojo o al antoja de vete a saber quien, durante cuatro años?.
Ahora se acercan otras elecciones, a penas un par de años de después, y ahora todo cambia. Nos van a dar el oro del moro, en los próximos meses vamos a empezar a ver la recuperación y los pobres sonreirán y el sol saldrá para todos y seremos cada día mas felices. Pues todo esto se resume en una única cosa, tocan elecciones de nuevo.
Es estos periodos preelectorales es cuando nos cuentan todas las milongas, solo que para que votemos, solo para les coloquemos adecuadamente en la posibilidad de controlarnos, solo para poder seguir viviendo como reyes (los representantes del pueblo no pueden ser más ricos que el propio pueblo, eso es indigno).
Cuando volvamos a ejercer nuestro derecho a decidir, volveremos a darles el cheque en blanco para llenar sus egos y, de camino, sus bolsillos, durante otros pocos de años.
En resumen, vendernos la moto de que hay un procedimiento democrático y que la soberanía reside en pueblo, es una auténtica milonga. Si acaso, todo ese ingente gasto en que elijamos, sin saber bien  a quién y por qué, para que haga lo que más le convenga, solo sirve para una cosa, que ellos se auto engañen y nosotros nos creamos decisivos, con el solo fin de seguir chupando del PIB.
Si fuésemos consecuentes, lógicos  y exigentes, ejerceríamos el derecho a decidir empezando por decidir, valga la redundancia.
Igual deberíamos coger el toros por los cuernos y ponernos a decidir y a ejecutar, como ciudadanos, no como políticos "profesionales" (le llamo así para no recurrir al insulto).