El
camino para una nueva era. Ciudadan@s haciendo política.
Aunque
no se lo crean, esta entrada en mi blog no es sobre Cataluña . Lo que pretendo
es hacer una reflexión sobre el deterioro de un modelo que aparentemente es la
base de la democracia.
Elegir
a nuestros representantes y por ende a nuestros gobernantes, es la base misma
de la participación ciudadana en la política. Pero curiosamente, este sano
procedimiento se ha manipulado de tal forma que produce una paradoja como sería
la de que: “repartiendo pan, provocamos
el hambre.
Los
partidos políticos que inundan las democracias occidentales se han adueñado del
sentido del “derecho a decidir” de los ciudadanos. Lo han hecho de tal forma,
que han conseguido convertir una acción decisiva en democracia, en un mal que
la pudre en lo más intrínseco de su concepto.
Vayamos
al ejemplo que nos plantea la política española de los tres últimos años, por
poner un ejemplo.
Una
tarde de verano, a escondidas y sin más explicaciones, aquellos que elegimos
para representarnos, se alían y nos cambian la Constitución. Esta sola acción,
en una Democracia real, habría sido más que suficiente para poner de patitas en
la calle a todo los miembros del poder ejecutivo y legislativo, llevarlos ante
el poder judicial y desterrarlos de por vida de acción política. ¿Exagerado?,
no. Si tuviéramos realmente una democracia participativa, el cambio de la ley
de leyes, debió someterse a referéndum. Si, hay una posibilidad legal de hacerlo
tal como se hizo, no es mas que otra de las muchas artimañas de los políticos
para descafeinar la democracia.
Pero en
fin, un mal gobierno, en democracia, se resuelve con unas elecciones. Así fue y
muchos confiaron en la entonces oposición para cambiar el rumbo del País. Lo
cambiaron, sin ninguna duda, pero utilizando más artimañas democráticas, lo
hicieron utilizando el “derecho de pernada” que con otro nombre han incluido
también en la manipulada democracia. Hicieron todo lo contrario de lo que
prometieron hacer y por lo que muchos les votaron.
Entonces
¿qué habíamos decidido?. ¿Asentar el derecho de pernada a otros para que
pudieran hacer y deshacer a su antojo o al antoja de vete a saber quien,
durante cuatro años?.
Ahora
se acercan otras elecciones, a penas un par de años de después, y ahora todo
cambia. Nos van a dar el oro del moro, en los próximos meses vamos a empezar a
ver la recuperación y los pobres sonreirán y el sol saldrá para todos y seremos
cada día mas felices. Pues todo esto se resume en una única cosa, tocan elecciones
de nuevo.
Es
estos periodos preelectorales es cuando nos cuentan todas las milongas, solo
que para que votemos, solo para les coloquemos adecuadamente en la posibilidad
de controlarnos, solo para poder seguir viviendo como reyes (los representantes
del pueblo no pueden ser más ricos que el propio pueblo, eso es indigno).
Cuando
volvamos a ejercer nuestro derecho a decidir, volveremos a darles el cheque en
blanco para llenar sus egos y, de camino, sus bolsillos, durante otros pocos de
años.
En
resumen, vendernos la moto de que hay un procedimiento democrático y que la
soberanía reside en pueblo, es una auténtica milonga. Si acaso, todo ese
ingente gasto en que elijamos, sin saber bien
a quién y por qué, para que haga lo que más le convenga, solo sirve para
una cosa, que ellos se auto engañen y nosotros nos creamos decisivos, con el
solo fin de seguir chupando del PIB.
Si fuésemos consecuentes, lógicos y
exigentes, ejerceríamos el derecho a decidir empezando por decidir, valga la
redundancia.Igual deberíamos coger el toros por los cuernos y ponernos a decidir y a ejecutar, como ciudadanos, no como políticos "profesionales" (le llamo así para no recurrir al insulto).