jueves, 5 de enero de 2012

Amaneció 2012 y amaneció mal.

A los españoles nos ha amanecido un año nuevo y va y amanece mal. De ilusos hubiera sido pensar que los nuevos gestores del País hicieran algo inesperado. Se cantaba desde hace un mes que nuevamente nuestros políticos nos iban a dar otra lección, es decir, "más de lo mismo".
La diferencia entre las ideas del nuevo gobierno y el pasado es solo una : éstos llevan cuatro días, como se suele decir.
Más impuestos, que gravan las maltrechas economías de la clase media y baja y se paran en aquello que ganan 300.000 € al año. Claro está, ¿para que meter más caña a alguien que gane en nómina más?. A partir de esas ganancias la gente "paga" sus impuestos por otra vía que nada tiene que ver con el IRPF. ¿Será por eso que no se han tocado la Sicav,  ni el impuesto de Sociedades?. Estas preguntas solo se nos ocurren a los "malos", los buenos lo entienden todo y por eso habría que ser bueno, muy bueno (rayando en la idiotez) para poder comprender ciertas cosas.
¿Donde está aquello de que no vamos a hacer recortes si no a reestructurar?.
De lo único que empiezo a estar seguro es de que Dios existes, no solo porque seguimos vivos a pesar de la "banda" de inútiles que gobierna el mundo, si no porque ya se va viendo que tiene nombre: la BANCA.
Y digo ésto, porque desde que la humanidad esta sobre el planeta, parece ser que al que no se le ha regateado nunca nada es a Dios. Hasta la propia vida de los humanos, cuando ha sido necesario.
Pues eso ocurre ahora, si analizamos con cierto cuidado a quien han ido a parar nuestro muchos sacrificios, está claro, a los bancos.
A los ciudadanos nos han apretado el cinturón hasta no poder respirar, con el apretón se han ido miles de derechos sociales, incluso democráticos (Grecia, Italia), ya nos conformamos con sobrevivir aunque sea a duras penas y mientras tanto...
Cientos de miles de millones que han ido a la banca, los banqueros que se han llevado millones después de dejar a sus entidades en la ruina, ruina que se ha reparado, no con su dinero, si no con el de los pobres ciudanos. Se han hecho miles de leyes, se han aprobado cientos de decretos y casi todos en la misma dirección, recortar, recortar y más recortar... eso si, al pueblo llano. Hay solo unas escasa excepciones en ésto de recortar y todas, todas, para beneficio "del dios", la banca.
Cientos de miles de millones de los gobiernos, cientos de miles de millones del BCE, normas para falsear legalmente sus balances, con Zapatero y con Rajoy, reorganización a su antojo con el sudor de los ciudadanos, con su sangre, si es necesario.
Al final somos unos primitivos. Pase lo que pase hay que contentar al dios, si el dios está contento, todo sera maravilloso. Lástima que este recien descubierto Dios parece que no tenga hartazgo y que cuál Saturno desbocado, nos devorará a todos antes de saciarse.
En fin,¿ Qué el año no amaneció mal?, no, amaneció igual que terminó el otro, que era la peor de las espectativas.
De tener alguna intención de arreglar esto, la mañana del 2 de enero, porque el 1 era festivo, los gobiernos del mundo incluido el nuestro, debieron emitir miles de ordenes de búsqueda y captura, para poner ante la justicia a los cientos de políticos que se gastaron lo que no tenía, a los miles de banqueros que arruinaron sus entidades y rebañaron las cajas fuertes antes de jubilarse, a los miles de especuladores que evitan que salgamos de esta crisis que solo beneficia a sus capitales.
Me hubiera gustado amanecer este 2012 y seguir preguntándome ¿quién es Dios? en lugar de que los que dicen gobernar el mundo, me lo hayan dejado claro, a la vista de a quien se dirigen todos nuestros sacrificios.
Sólo me queda una esperanza, que los Aztecas tengan razón y que el próximo  diciembre el mundo cambie, ojalá sea con la revolución definitiva de los pobres en pos de alcanazar una meta, cuyo nombre está casi en deshuso, la JUSTICIA SOCIAL.