domingo, 28 de abril de 2013

Cada dia me siento más un extraterrestre

Dedico muchas páginas de este blog a analizar la política desde el punto de vista de la propia moral política (tan olvidada) desde la justicia social (un término en deshuso), desde la lógica (algo a lo que ya no se le ha dejado sitio), desde la propia idea de democracia (una idea tan prostituida que ya no tiene sentido).
Pues hoy voy intentar analizar lo que pasa desde la propia base de lo que somos, humanidad, en contrapunto con todos esos términos a los que una sociedad asfixiante nos ha ido arrastrando.
Primero somos individuos, dotados de razón y de capacidad de análisis y de imaginación. Somos seres sociables, que desde nuestra razón hemos entendido que juntos avanzabamos más, nos protegíamos mejor.
¿Cuándo nos olvidamos de que la sociedad y sus normas son apoyos de los seres humanos y no su razón de ser?
La sociedad hace años que educa, forma y manipula a los seres humanos, no para ser personas, si no para ser únicamente piezas del puzle social, aunque para ello haya que anular la individualidad.
Como consecuencia hemos perdido nuestra capacidad de mirar a nuestras a vida como debía de ser, como nuestras.
Hemos delegado la responsabilidad de nuestras vidas, de nuestros hechos y de nuestras capacidades exclusivamente en el "Orden Social".
Mientras esto ocurría hemos perdido la capacidad de guiarnos a nosotros mismos y hemos necesitado de miles de normas, leyes, preceptos. Se ha olvidado la Ley Natural y se ha confundido la razón y la justicia con la legislación y la jurisprudencia.
También hemos sido convencido a lo largo de los siglos de que quien domina lo es por razones que se escapan a la inmensa mayoría y ponerlo en duda ha sido sinónimo de  intentar destruir las bondades de la sociedad.
Claro que se necesitan normas para poder convivir ¿pero tantas?. Claro que se necesita orden para establecer la covivencia ¿pero por qué éste y no otro?. Quienes se han hecho estas preguntas a lo largo de la historia, por lo general han sido eliminados, ocultados, acallados... o han provocado las revoluciones.
Las revoluciones no son más que la evidencia de que cuanto más ocupa lo social, menos somos presonas y tarde o temprano, los seres humanos nos vemos orpimido por eso que se llama "sociedad desarrollada" y le damos un par de patadas antes de que ella nos haga disovernos como persona.
A estas altura de nuestra deficiente evolución sigue pasando esto cada día, cada minuto. Ahora no se queman brujas, herejes, ... ahora se les tacha de antisistema, de poner en peligro la paz social... la paz impuesta de una sociedad injusta. Menuda paradoja.
Alguien creerá que estoy definiendo un mundo de salvajes individualistas, pues o me explico mal o es solo el producto de que el engaño educativo sin duda ha tarado demasiadas mentes.
Propugno un mundo de personas libres, convencidas de que en ellos están todos los elementos y pontecialidades para resolver sus problemas vitales. Propugno un educación que haga primero personas evolucionadas, responsables, honestas y respetuosas con el mundo y con los demás ; y que después sean capaces de aliarse en sociedades que reflejen su humanidad.
La jusrisprudencia no puede estar por encima justicia, eso es un engaño. Alguien dijo :  "el trabajo no dignifica al ser humano, el ser humano dignifica al trabajo". La sociedad, por tanto, no es la base de la humanidad, es la persona, el ser humano.
Recordarán esa famosa novela, llevada después al cine, "Un mundo feliz". Resulta que no es que hemos llegado aún a manipular los genes de forma que ya se nazca expresamente diseñado para una función concreta. Nnacemos como siempre, pero nos hemos dejado montar una sociedad que  mas que auyudarnos a crecer como seres humanos, nos lleva perder en humanidad, a perder lo básico, y nos ha ido reconvirtiendo en piezas (insensibles, cada vez menos capaces de reaccionar, mas inútiles para nosotros mismos ) de una sociedad al servicio de una casta... la misma casta "alfa" que "nace con la razón".
A estas alturas del Siglo XXI somos menos eficientes a nivel individual que cuando apenas llegamos a darnos cuenta de que este mundo podría ser nuestro. A estas alturas nuestras mentes son cultivadas para realizar una función mecánica y concreta y van dejando de ser ellas misma para convertirse únicamente en parte de otra mente colectiva que nos anula.
Es la imaginación, el pensamiento libre, la capacidad de hacerse preguntas o a aplicación de los principios naturales, lo que nos ha diferenciado del resto de los seres de este planeta. Ahora miles de años después de haber tomado posesión del planeta, somos más las piedras de un muro construido por las élites, que individuos libres y razonables capaces de VIVIR, que en definitiva es para lo nacimos, para VIVIR.
La crisis por tanto no deberíamos esperar, ni dejar, que se solucianara desde estos parámetros que nos han traido hasta aquí, deberíamos exigir que se resolviera con otros parámetros.
La economía no puede ser el valor imperante, el valor imperante debe ser la felicidad.
Felicidad es el sentimiento que se genera en el ser humano cuando coherencia entre los que siente, lo que  se vivie, lo que  se espera y aquello de lo que nos sientimos capaces. Aún con problemas se es feliz cuando se está convencido de tener capacidad de solución. Esperar a que la sociedad (la casta) los soluciones y eso nos producaca felicidad, es un error, nada nos hará mas feliz que la libertad de resolver nuestros problemas.
Deleguemos en quienes articulen nuestra propuesta de  soluciones, dejemos de elegir a quienes piensen por nosotros. Estructuremos la sociedad de manera que los bienes del planeta ayuden a la humanidad y no a lo que un grupo decide que les viene mejor.
La mayor justicia es la que no hay que explicar, la que se entiende con el sentido común. La paz es la que permite que todos nos sentimos agusto, la paz no es lo que hay que mantener a la fuerza, contra otros.
Todos queremos vivir en paz, aunque nos hayan educado para confundir el derecho que exigen otros con la violencia para hacernos perder los nuestros.
Los derecho de unos no pueden ser a costa de los derechos de otros, eso no son derechos. Los derechos son los que si yo los necesito para sentirme humano, cualquiera que asi lo entienda pueda ejercerlo también.
En definitiva, hace falta un nuevo orden mundial basado en la humanidad del SER HUMANO, con capacidad de asociarse, de ser solidario, pero con personalidad propia. Razonables, no encorsetados en millones de normas que a veces escupen a la razón. Serenos y pacíficos, pero resisitentes a la manipulación , venga de donde vega. Capaz de sentir que se es más cuanto mas libre son los que nos rodean. Compartiendo la Tierra, si quieren hasta el cielo, en lugar de repartirnola como si fuera factible hacerna nuestra.
Deberíamos levantarnos individualmente contra la maquina de aplastar humanidad, esa que a quienes les conviene llaman sociedad moderna.
Deberíamos reivindicar nuestro derecho  a ser el centro de nuestras propias vidas, de nuestras decisiones , al tiempo que caminamos por el mundo mirando preocupados, si porse camino cabemos todos.
Lo opuesto es la crisis, un camino, ancho para unos pocos y tan estrechos para algunos que han perdido la vida en el intento de andarlo


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