¿Feliz 2014?

Retomo mi blog despues de las navidades, porque en navidad hay que hacer algo diferente, aunque solo sea para cambiar la rutina de todos los días.

No es que el panorama haya cambiado, de hecho creo que lo que está ocurriendo es un proceso de asentamiento y autocomplacencia del poder que se está demostrando así mismo la inmensa capacidad de aguanta de que nos han dotado a todos.

Ya podemos tragarnos igual el ... este año será muy duro, como el ... este año será estupendo. Ya podemos aceptar que los asesinos salgan la calle, que los políticos se vean defendidos por los fiscales, como que nos toque pagar otro 5 más de la luz.

El mundo se ha parado porque nuestras mentes están a cero. Creo que si nos hiciéramos electroencefalograma de la actividad inteligente, daríamos plano. Puede que todas nuestras capacidades estén intactas, pero está claro que por un proceso lento pero seguro, el poder nos ha anulado la capacidad de reaccionar, especialmente frente a ellos.

Nos conformamos con que suba la bolsa, una buena noticia, que a fin de cuenta solo interesa a quienes está en eso de la bolsa, es decir, una minoría. Que la prima de riesgo está por los suelos, cosa que tampoco es como tirar cohetes, por que nos hemos arriesgado muchísimo más (vaya, que debemos mucho más que antes). Que estos presupuestos son los de la recuperación, con los salarios (hasta el mínimo) congelados, las pensiones aumentando un 0,25%, nuevos recortes en todas las partidas que se refieren al casi desaparecido estado del bienestar... y nosotros tan felices, o tan infelices como antes.

Seguimos dejándonos llevar a una situación de antes de la transición, con leyes retrogradas que hasta la propia Europa no acaba de encajar y proyectando medidas que nos arrastrarán a los años 40 o 50 del pasado siglo.

El PP recupera electorado, como no, la más rancia ultraderecha que ya los consideraba casi demócratas, los ha vuelto a tener en consideración a base de ver como practican las mas mas rancias medidas de control del ciudadano. Cada día gastan más en parafernalia política y amiguetes y menos en los servicios al ciudadanos, total no les van a a quedar mas remedio que asumir la realidad.

Por eso, pueden salir hoy los miembros del gobiernos diciendo blanco y mañana negro, incluso con el negro delante de nuestro ojos decirnos que son blancos.

Estamos huérfanos, porque las plataformas ciudadanas que existían para defendernos han sido desmontadas, amordazadas por decretos o simplemente acalladas con las escasas subvenciones.

Por eso quizás, los mismos fiscales que defienden con artificiosos elementos jurídicos a los corruptos y defraudadores, también defienden o no acusan, una clara apología del delito o de los delincuentes (tan condenable como el terrorismo) que es lo ocurrido en Durango. Porque quien quita la vida a una persona siempre será un asesino y cumpla o no su pena, esa condición está presente en el o ella de por vida. Un pueblo con dignidad puede dar por cumplida la pena a un asesino, pero no debe permitir que se publicite su vida casi como ejemplar. Estoy seguro que debajo de estas acciones y la permisividad está puede haber un acuerdo secreto con las fuerzas nacionalistas de Eskadi para que no aprovechen el vendaval catalán. De los políticos actuales yo ya me creo cualquier cosa menos que actúen desde la verdad y la dignidad. 

Y por último, ¿feliz 2014? con una Infanta imputada por fraude y blanqueo de capitales. No es que yo especialmente monárquico, pero en este momento se supone que esta es la más alta Institución del Estado y si la "mierda" llega tan arriba, es que ya nada está limpio. Para colmo, las retorcidas instancias que han influido en el caso Noos han obligado al juez a argumentar verdades muy dolorosas, que más allá del efecto real que tenga, dejan a Instituciones como la Agencia Tributaria, al altura de tanta mierda como han esparcido los políticos y sus corruptelas. 

En fin, ¿que queda para esperar la felicidad este año?, pues que al menos a título individual, los ciudadanos, defendamos nuestra dignidad por encima de todo. No queda mucho más defender