Ya hubieran querido los numantinos...

Que cada mañana nos desayunamos con más declaraciones aberrantes de nuestros políticos, no es sorpresa. sin embargo hay que decir que algunos/as por si sólo tienen entidad para que estuviéramos día y noche escuchándolos. Sería la forma ideal de convertirse en un hipócrita integral.
claro está, todo estas cosas que tenemos que oír (yo me niego a escucharlos), se tienen que oír y se pueden oír, porque están absolutamente seguros de que viven el la pura impunidad.
El Sr. Floriano o G. Pons, pues que decirles, hay que valorarse poco para hacerle la ola a sus jefes y a los que están por debajo de ellos, por un puñado (en realidad grandísimo) de habichuelas.
Pero en el paradigma de la hipocresía , de la sinrazón argumentada, del despropósito y la falta de vergüenza con el electorado... esta la Sra. Cospedal.
Si como ella dijo, el juicio contra Barcenas era una cuestión de honor, realmente no habría merecido la pena llevarlo a cabo si la justicia fuera eso, de honor, pero la justicia amañada por ellos mismos juega a su favor casi, casi, casi siempre.
Ya hubieran querido los numantinos tener como jefa a la Sra. Cospedal, menuda resistencia. Para ella que todo el monte es orégano. Dijo que cada palo aguanta su vela y desde entonces nos ha convencido que su palo aguantará la suya, cuando haya velas,... porque ya saben, "las velas no existen". La Sra Cospedal ha defendido que el Sr. Barcena no era del PP, cuando los documentos aseguran que lo era; ha dicho que no era empelado del PP cuando las nóminas están ahí; ha dicho, que no hay contabilidad B cuando lo asegura el que la llevaba, los que están en los papeles y un juez... bueno, que a Fabra, después de sentenciarlo, hay concederle el derecho a la presunción de inocencia.
Vaya, que si hubiera defendido Numancia aún estaría allí, entre otras cosas por que la Sra. Cospedal, ya les convencería a diario de que los romanos no existían... que eran inventos para distraer al pueblo de los serios problemas internos del PSOE.
Claro que por entonces, cuando aún éramos razonables y dignos, nos habríamos asomado y vistas las legiones alrededor de Numancia, a ella, no sólo no le habrían hacho caso, seguramente la habrían despeñado por las murallas para que comprobara que lo que no existe... está