SILENCIOS

Erlich, borda esta mañana en El País lo que sucede en la sociedad española y en otras muchas sociedades occidentales.
El silencio ante la corrupción, la manipulación, la injusticia, los tratos de favor, ... se han convertido en algo cotidiano, tanto es asi, que la mayoría permanece silenciosa .. es decir "en el sinsentido".
¿Alguien cree que nos van a ofrecer una vida digna simplemente porque así se les ocurra?. Nos han acostumbrado a usar una frase bálsamo: "tu llora con un ojo".
Antes reivindicábamos, justicia, salarios acorde con la riqueza del país, derechos igualitarios y básicos para todos. Con el "tu llora con un ojo" estamos llegando a asumir que si puedes comer ya tienes motivos para callar. Mientras tanto las grandes fortunas cada día son mas grandes, los bancos se recuperan para poder no dejarnos de meter en tremendos líos de cuentas amañadas, total ellos nunca pagaran los platos rotos.
De política ni les cuento, esto ya es  repugnante.
Pero el nivel de manipulación de todo lo que los responsables políticos de este país es tan grande que ya comulgamos con rueda de molinos todas las mañana como si se tratara del pan nuestro de cada día.
El accidente de Santiago, que aprovecho para acompañar en el sentimeinto a todos los familiares y amigos de las víctimas. Las conjeturas sobre porque ocurrió van en la misma dirección de siempre, que el maquinista (es decir el currante) se "coma" el marrón. No tengo datos para asegurar que no haya ha habido una negligencia por parte del maquinista, pero tampoco ningún responsable de Renfe, Fomento, Xunta ... ha expresado las dudas de por qué no se paró el tren con unos sistemas de seguridad que están para eso.
Nunca hay un accidente de este calibre que se produzca por una sola causa, pero aquí parece que todo se acabará reduciendo a que el maquinista decidió pasar por ese lugar a 110 km/h más de lo que marcaban las señales ¿para que se hace conscientemente algo así?
Me temo que Renfe se lavará las manos, que Fomento se lavará las manos.....
Y mientras ese silencio... el del  sinsentido. Como con casi todo